Acceso:
Inmersión: Entramos al agua por la zona conocida como “el agujero”, un acceso cómodo siempre que no haya mar de fondo. Desde allí podemos nadar en superficie, siguiendo el veril rocoso en dirección sur, para descender cerca de la brusca caída que da paso a un fondo de arena y grandes rocas desprendidas. Ya sobre la plataforma del veril, apreciamos una inusual abundancia de fauna para tratarse de una zona tan próxima a grande núcleos urbanos; viejas, salemas y sargos, que además muestran un comportamiento confiado que va a ser una de las constantes de esta divertida inmersión.
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Descendemos por la caída del veril hasta un fondo de 23 metros, donde localizaremos con facilidad un gigantesco bando de roncadores que se mantiene agrupado en el límite entre arena y piedra. Las continuas visitas de buceadores han conseguido que se comporten con indiferencia, apartándose lo justo para dejar pasar a los submarinistas, e incluso rodeándolos si éstos permanecen inmóviles en el fondo. En la proximidades de los roncadores es frecuente la presencia de otro grupo formado por herreras, de menor tamaño, pero igualmente confiado, así como bicudas de notables dimensiones que patrullan la zona en busca de alimento. Siguiendo en dirección sur, se abre una cueva no muy profunda en la que abundan decápodos como el camarón espinoso y la cigala canaria y si seguimos avanzando llegaremos hacia un arco de piedra en el que se suelen reunir salemas, sargos y sargos breados, siendo este el punto habitual de retorno.
Volveremos siguiendo la pared rocosa y, tras dejar atrás la zona de los roncadores, podremos ver varias cuevas bajas en las que habitan corvinas como la maría francisca o los verrugatos, pudiéndose ver a éstos últimos algunas veces como se alimentan en grupos sobre la arena. Durante nuestro recorrido no faltarán morenas, abades, meros, peces trompetas u otras especies habituales de los fondos canarios, aunque eso sí; en mayor número y más confiados de lo que suelen estar en otros lugares de la costa Gran Canaria.
Texto: Carlos Minguell
Tomado de: APNEA EXTRA BUCEO Nº5