Sodwana Bay, Santa Lucía, Aliwal Shoal, Ciudad del Cabo y Gansbaai (Sudáfrica): Buscando una estrella entre luces y somb

Para contarles a los demás las experiencias en nuestras inmersiones o en nuestras reuniones en tierra.
Responder
Mensaje
Autor
Avatar de Usuario
Izen
Dive Monster Weber
Dive Monster Weber
Mensajes: 5083
Registrado: 09/Sep/2007, 18:55
Ubicación: Gravedad 0
Contactar:

Sodwana Bay, Santa Lucía, Aliwal Shoal, Ciudad del Cabo y Gansbaai (Sudáfrica): Buscando una estrella entre luces y somb

#1 Mensaje por Izen »

Mas allá del rutinario confort de lo predecible, justo tras la frontera de la incertidumbre, habitan las infinitas posibilidades aguardando a suceder. Desde allí, se extiende el territorio por el que los lamentables fracasos disfrutan cabalgando y en el que los grandes éxitos vuelan muy alto tratando de evitar ser capturados por quienes visitan el reino de la aventura donde todas las garantías fueron desterradas.
__________________________________________________________________________________________________________

A veces, las menos, la suerte llama a tu puerta e, inesperadamente ¡Plop! … Se cumple uno de tus deseos. Otras, las más, eres tu el que debe salir en su busca y hacer los méritos necesarios para que, quizás, alguno llegue a realizarse …

Tras la incertidumbre del viaje en plena pandemia a Los Cabos y al Archipiélago de Revillagigedo en México plantear un viaje a lo largo y ancho de Sudáfrica, con la amenaza de su famosa variante del virus paseando por allí, nos resultaba algo inquietante pero no lo suficientemente intimidante como para llegar a hacer caso a los omnipresentes agoreros que nos lo desaconsejaban y muchísimo menos para renunciar a seguir consumiendo a la vida que, como todos sabemos, nos fue dada con fecha de caducidad …

Así que, más bastoncitos por la nariz, pruebas superada y coche, por la derecha, hacia Lisboa, salto, bastante absurdo, a Amsterdam para volver a elevarnos y aterrizar en Ciudad del Cabo donde recuperar fuerzas durante esa sola noche y tomar el último vuelo hacia Durban para, finalmente, subirnos a otro coche y rodar, ahora por la izquierda, hacia el sur con el objetivo de volver a bucear el arrecife de Aliwal Shoal en Umkomaas para saciar la sed de tiburón.

Imagen

Murphy, inseparable compañero de viaje donde los haya, no se haría de rogar lo más mínimo y pondría en marcha su infalible ley ya en el mismo aeropuerto de Ciudad del Cabo donde vemos aparecer, a lomos de la cinta transportadora, a nuestra ultrarresistente maleta, dedicada a proteger el equipo de buceo, con dos de sus cierres de seguridad reventados por un impacto que no quisimos ni imaginar.

Rápida gestión en el mostrador de reclamaciones para rellenar el impreso de rigor, otra visita a un banco del aeropuerto para obtener un leonino cambio de euros a rands, compra relámpago de una económica tarjeta SIM de Vodacom con llamadas y datos para lo que pueda pasar – que seguro que pasará … y camino a la oficina para recoger el coche de alquiler y salir hacia nuestro destino pero … ¡No! … ¡Aún no! – Murphy sigue en modo on – y … ¡Sorpresa! … Acaba de saltarme un email del centro de buceo en Umkomaas que nos recomienda modificar nuestro itinerario previsto y dirigirnos primero al norte, hacia Sodwana Bay, porque el cielo se está cayendo sobre sus cabezas y en varios días no habrá salidas. Así que, cambio instantáneo de chip, intercambio relámpago de correos con el centro de Sodwana y trazado de ruta con Google Maps al norte del país hasta casi pisar la frontera con Mozambique.

En uno de los numerosos correos electrónicos, intercambiados a la velocidad del rayo, no solo nos han pedido encarecidamente que evitemos llegar de noche sino que han tenido el detalle de entretenerse en enumerar detalladamente un buen número de los peligros que sortear si fracasamos en el intento. ¡Oído!. Pero … tenemos hambre, mucha … porque apenas hemos catado la pseudocomida del avión y nos lanzamos como leones del Kruger a por unas jugosas hamburguesas en el restaurante del aeropuerto y las devoramos sin piedad como si no hubiese un mañana.

No mucho después, recogemos el coche, subimos las maletas y salimos disparados pisando el acelerador hasta lo permitido, bueno … y un poquito más allá. A medida que transcurren los kilómetros mi cerebro va asimilando lo de circular por el otro carril, aunque, por mucho que me empeño en domar a mis neuronas, siempre que quiero poner el intermitente le doy al limpiaparabrisas, y comienzo a familiarizarme con el modo de conducir sudafricano donde los amplios arcenes son carriles adicionales destinados a que los turismos tortuga y pesados camiones cedan el paso a los más veloces que, tras adelantarlos, les darán educadamente las gracias encendiendo fugazmente los cuatro intermitentes de las luces de emergencia.

Pronto irán apareciendo en los arcenes de la autovía vacas de todos los colores que no dudarán en invadirla aumentando el nivel de emoción en la conducción como si de un videojuego se tratase. Comienzo a intuir que en su modo nocturno tendrá unos niveles de dificultad aún más elevados sobre todo al llegar a las carreteras comarcales. Así que incremento la velocidad de crucero, aun a riesgo de llevarme un desagradable obsequio de la policía de tráfico, intentando llegar por todos los medios de día pero a falta de unos 50 kilómetros de lograr el ansiado Game Over el desconsiderado sol se niega a esperarnos y comienza a acostarse.

Imagen

La carretera ahora es mucho más estrecha y las vacas ya se adentran descaradamente en el asfalto como si fuera una espacio más de su pradera y, además, se les han sumado las cabras y señales que advierten de que tengas cuidado con el cruce de herbívoros al galope. Los humanos también participan y se ven niños correteando por los arcenes, señores de color haciendo autostop, dentro del carril, y otros que van borrachos como cubas, dando tumbos entre el carril y el arcén, y que nos irán amenizando con su presencia estos últimos y emocionantes kilómetros en los que la lluvia también se decide a aparecer para que no nos falte de nada. En el último trayecto tomamos una vía secundaria en la que la calzada empieza a mostrar síntomas preocupantes de quesogruyerismo que se evidencian en la aparición de esporádicos agujeros muy profundos en sus bordes en los que no solo podrías perder una rueda … también podrías dejar una buena parte de los bajos del coche …

Murphy, que en el fondo tan solo es travieso, no hará acto de aparición aprovechándose de este tremendo caos vial y nos dejará llegar sanos y salvos al destino. ¡Bueno! … no del todo …

Al llegar a Sodwana descubrimos que el camino que conduce a nuestro alojamiento es una vereda de arena suelta donde los surcos están tan marcados que los bajos del pobre coche del alquiler van besando continuamente la parte central hasta que finalmente y a falta de tan solo 200 metros para la meta terminamos por quedarnos atascados, bajo la lluvia y en medio de la cuasi nada. En ese momento me viene a la mente un histórico episodio …

“-¡Trata de arrancarlooo! … ¡Trata de arrancarlo, Carlos, trata de arrancarlo! … ¡Trata de arrancarlo por Dios! … ¡Me cago en su puta madreeee ! …” (Luis Moya, copiloto. 24/11/1998. Rallye de Gran Bretaña donde Carlos Sainz perdió el mundial quedándose parado a tan solo 200 metros de la victoria por una avería).

Pero, gracias a la superpoblación del planeta, hasta en la mismísima cuasi nada también existe gente y, apenas un minuto después del percance, un niño salta una valla para ayudarnos y un señor llega con su todo terreno para amablemente liberar la rueda cavando con las manos con una facilidad asombrosa – se ve que lleva años practicando. Entre los tres nos ponemos a empujar el vehículo hasta que mi pareja y Pepito Grillo personal (PGp) logra sacarlo de su cautiverio. Afortunadamente, a diferencia del famoso piloto, conseguimos llegar a nuestro destino con la luna ya asomando en lo alto como su cara medio tapada, supongo que para que no se le note que se está partiendo de risa con nosotros …

Imagen

Volvemos a circular por el carril de arena que ahora, a la luz del día, se me hace más manejable y nos dirigimos a la playa hasta localizar el cobertizo de madera de Pisces Diving donde encontramos a nuestra encantadora, rubia y espigada guía de los Países Bajos, Anna, que nos dará la cálida bienvenida y un rápido briefing y, tras equiparnos sobre el suelo de malla plástica que cubre la arena embarcamos para enfilar a toda velocidad un oleaje que se muestra bien bravo. Tras sortearlo comprobamos que el mar está bastante movido por lo que lo más sensato será bucear en el cercano arrecife de las 2 millas donde al sumergirnos nos vemos envueltos en un ambiente bastante parecido al de una sopa de espárragos trigueros.

Imagen

Nada más descender nos vemos agitados por un mar de fondo importante y con el acuario, que se supone que Sodwana guarda en sus arrecifes, cerrado con todos sus candados puestos. Tan solo algunos peces despistados aparecen soplados por la fuerte corriente junto a una morena leopardo que se asoma tímidamente sin abandonar la seguridad de su cueva. Concluida la inmersión de calentamiento destinada al olvido ponemos rumbo a la costa para surfear a duras penas las altas olas y terminar por aplayizar con la barca con la maniobra de elevar los motores en el último momento como suele ser la costumbre por estas tierras del sur del Índico …

Imagen

Anna nos pregunta si queremos hacer una segunda y la respuesta es … SI – son muchos los kilómetros recorridos hasta aquí y estamos hambrientos de inmersiones aunque la sopa que hemos probado no haya sido de nuestro agrado … Pero, por muchas que sean nuestras ganas, pintan bastos y, tan solo 5 minutos más tarde, se nos aproxima portando dos malas noticias. El barquero no está por la labor de salir porque las condiciones del mar son peligrosas así que ya no buceamos más hoy y tampoco lo haremos en los próximos dos días porque una tormenta, bien cargada de rayos y centellas, lo va a impedir, si o sí …

Hora del plan B. Teníamos pensado parar un par de días a la vuelta en Santa Lucía para visitar los alrededores, el lago y su gran Parque del Humedal de iSimangaliso así que toca adelantar la visita con la triple colaboración del centro de buceo y de ambos alojamientos. Allí pasaremos un par de días que nos dejarán unos gratísimos recuerdos y, tras ellos, otro nuevo madrugón para regresar hacia el norte pero esta vez con el juego de conducción en modo principiante, de día y sin lluvia, lo que nos permite ir conociendo un paisaje por el que ya habíamos pasado dos veces pero que apenas habíamos podido apreciar.

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Al llegar a la playa observamos con optimismo que las olas se han reducido considerablemente y que los centros de buceo han reanudado su actividad transportando a sus clientes y embarcaciones hacia el agua con la ayuda de potentes tractores. Una sensación de esperanza que no durará mucho en palidecer porque al descender, nuevamente en el arrecife de las dos millas, nos encontraremos con que la visibilidad aunque ha mejorado aun se se muestra perjudicada por el paso del temporal.

Imagen

Imagen

Aun así, el acuario parece querer mostrarnos algo tras sus cortinas de agua blanquecina y los corales mesa, las morenas, los meros patata, las rayas, los payasos en sus anémonas, estrellas de mar y distintos bancos de peces comienzan a animarnos la vista para dejarnos al final de la jornada con un esperanzador sabor de boca que me anima a pedirle a nuestra guía dos deseos: que ponga mañana en el menú el atractivo arrecife de las 7 millas y que para compensar los contratiempos padecidos nos permita estirar las inmersiones por encima de la hora.

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

En la siguiente jornada el mar sigue mejorando y nos serán concedidas nuestras peticiones. Al poco de meter la cabeza en el agua comprobamos que el acuario ha decidido abrir sus puertas. La visibilidad ha aumentado y el color comienza a prodigarse por el arrecife brindándonos un soberbio espectáculo muy de agradecer, sobre todo, después de haberse hecho tantísimo de rogar.

El arrecife de las 7 millas pronto conseguirá que recobremos la fe perdida sobre la renombrada fama de este lugar. Nos sigue acompañando un exigente mar de fondo que ha provocado que el resto de buzos del grupo hayan ido agotando su botella e iniciado el ascenso. Ahora, junto a nuestra experta guía, nos dedicaremos a atravesar lentamente este lejano arrecife desde Northern Wall hasta Mushroom Rocks en un profundo y entretenidísimo paseo que se prolongará durante los 72 fantásticos minutos que durará el baile al son del vaivén de la corriente. Ya en superficie nos enteramos de que hemos establecido un nuevo récord en el momento en que Anna comunica al barquero que es la primera vez que, en los cuatro años que trabaja como guía en Sodwana, consigue recorrer totalmente ambos puntos de buceo en una sola inmersión …

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

El viento está comenzando a levantarse y como medida de precaución retrocedemos al arrecife de las 4 millas donde el espectáculo bajará un poco de intensidad pero sin dejar de ofrecernos algunos interesantes encuentros …

Imagen

Imagen

Imagen

Hoy ha sido un día de intenso aleteo y mientras nos quitamos los neoprenos un pequeño monstruito comienza a rugir en nuestro interior. Es la hora de superar el modo low battery y paramos en el Eat Bar & Restaurant para pedir un típico pote de mejillones frescos con su rica crema con sabor a marisco y dos contundentes hamburguesas. La sabrosa de queso azul y la monumental giganatosaurus, solo apta para humanos con tamaño de boca XXXL, que no es mi caso, y que tras su ingesta te obliga a pedirte un café expreso y un Gin Tonic para apaciguarla en tu interior antes de retirarte a tus aposentos para concentrarte en una profunda siesta con la que lograr digerirla adecuadamente en horizontal y en pleno estado reposo tal y como la boa hace después de comerse a la cabra …
Imagen

Llega la última jornada en Sodwana para la que hemos encargado el que presume de ser el plato más potente y más distante, el de las 9 millas. El inicio de la inmersión comienza frente a la curiosa figura de un precioso árbol de coral verde habitado por coloridos anthias. Allí me quedo un rato disparando y bregando con la corriente y la visibilidad pero, a pesar de tan esperanzador comienzo, a medida que la inmersión transcurre las altísimas expectativas se irán desinflando y, a pesar de volver a repetir una nueva inmersión en este lugar, no lograremos superar lo vivido en el día anterior en el de las 7 millas aunque si que nos dejará muestras de su tremendo potencial y de un fondo muy decorado. Meros patata, payasos, cofres y morenas precederán al regalo final que supondrá la inesperada aparición de un grupo de cuatro tortugas que endulzarán el sabor de la despedida de esta preciosa zona de la costa este del país.

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Con el tiempo apurándonos una vez más, agradecemos su esfuerzo al competente equipo de Pisces, empacamos y cargamos nuestro abultado equipaje en el coche – que si por el fuera habría salido huyendo nada más verme – y partimos hacia Umkomaas buscando reencontrarnos con nuestros añorados tiburones de Aliwal Shoal.

400 kilómetros y cinco horas después aparcamos en el centro de buceo tan solo minutos antes de que se produzca la temida puesta del sol. Hemos llegado a Blue Ocean donde nos reciben cálidamente, nos ayudan con las pesadas maletas y, tras acompañarnos a nuestra amplísima habitación, nos muestran sus inmensas, ordenadas y espectaculares instalaciones. Un ambicioso proyecto que destila por todos lados la profesionalidad y el enorme empeño que sus dueños están poniendo en él y en tiempos tan duros como los que nos están tocando atravesar.

El cielo está plomizo. Fuera cae una fina lluvia acompañada por un viento fresco y desagradable que sopla con fuerza por lo que al ver un enorme horno de leña junto a la cocina se nos reconforta el cuerpo. Con la luz rojiza que asoma por su estrecha puerta y se nos despierta el deseo incontenible de devorar una gran pizza cuatro quesos con jalapeños y salami escoltada por una espumosa y gélida cerveza Castle …

Amanece y parece que, por fortuna, a Eolo se le han pegado las sábanas. Aunque el mar se muestre moderadamente tranquilo, como ya nos sucediese en Sodwana, al descender a la caverna comprobamos que aun permanecen las claras las huellas del paso de la prolongada tormenta en forma de sopa marina que, en este lugar, se asemeja más a la de puerros. Nada más descender casi palpando a la Catedral, donde los feligreses habituales son los dentudos tiburones tigres de arena, nos situamos junto a un banco de peces que intenta refugiarse del viento submarino. Todos juntos como hermanos y dentro de una densa atmósfera bastante similar a la generada por el gran botafumeiro, tras su paso pendular por la otra Catedral de Santiago de Compostela, somos violentamente removidos por la misma corriente que levanta la arena del fondo y la hace levitar a nuestro alrededor …

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Entre la espesa niebla más que ver intuimos las siluetas de los grandes raggies, como gustan llamarlos por aquí, y me entretengo en la difícil empresa de intentar obtener alguna fotografía mínimamente decente mientras intento evitar los millones de partículas con escaso éxito cuando, al girarme, descubro que tengo literalmente pegado el morro de un cariñoso escualo junto a mi codo izquierdo. Por un instante ambos nos miramos desconcertados como diciendo …

-¿Y ahora que hacemos? …

Así que como fotosub tiburonero le lanzo una foto veloz y le aplico la ancestral técnica del toque cariñoso de codo en el hocico y el animal da un leve respingo como diciendo …

-¡Pero que confianzas son esas, hombre rana! … pero al ver que todo queda en eso, el pacífico raggie continúa su camino como si no hubiese sucedido nada y sin que surja el indeseado conflicto interespecies …

Imagen

En el centro de la cueva rodeado por tiburones tigres de arena se encuentra inmóvil como una estatua un espectacular mero patata que se acerca a los dos metros de longitud y que nos mira pasivamente. Me acerco para intentar animarlo con un par de fogonazos cuando capto los sonidos por mi espalda del guía llamándome y solicitándome amablemente que me aleje de esa zona, al parecer prohibida, lo que hago diligentemente para contemplar estupefacto, tan solo unos segundos después, como las dos jóvenes aspirantes a buzas avanzadas que nos acompañan están irrumpiendo en el mismo escenario que me acaba de ser vetado.

Allí llegan, empujadas por la corriente, agitando sus manos como si quisiesen volar o espantar a algún bicho molesto y lanzándose de un modo tan involuntario como incontrolado contra el gran mero que a duras penas logra encontrar el hueco para huir y evitar ser aplastado contra el techo de la cueva. Las protagonistas del curso de perfeccionamiento no logran detenerse y siguen su aleatoria y oscilante deriva hacia ninguna parte sopladas por la masa de agua y espantando a su paso a todos los bichos sin distinción de tamaño, especie o religión, si es que alguno la profesa en este lugar de nombre tan sagrado …

Imagen

Imagen

Visto que no queda nada que observar en un lugar donde, ya de por sí, apenas se podía ver decido elevar el vuelo para salir del estrecho espacio catedralicio y me voy a dar una vuelta por los alrededores. Enseguida aparece un pez globo y unos metros más allá una tortuga que está tan entregada a su almuerzo que nos ignora absolutamente y nos deja fotografiarla a nuestras anchas antes de concluir esta inmersión tan atípica.

Imagen

Imagen

Imagen

El segundo buceo sería en la cueva de los raggies pero se habían tomado el día libre y habían sido reemplazados por morenas, meros y trompeta y escorpión que, por lo menos, nos entretendrían para cerrar una jornada bajo el mar que hubiera sido mucho más propia de un paseo por los neblinosos bosques de Escocía.

Imagen

Imagen

En el segundo día el tiempo sigue mejorando, el sol luce con potencia pero las condiciones en el agua no tanto. La escasa visibilidad no hace segura ni aconsejable la experiencia de la interactuación con los tiburones atraídos por el irresistible aroma del cebo pestoso por lo que planeamos la visita a un inanimado pecio pero al tirarse el guía comprueba que tampoco es buceable así que, con el ánimo un tanto perjudicado, ponemos rumbo a North Sands donde volvemos a nadar con meros, morenas y tortugas comilonas.

Imagen

Imagen

La segunda sería en Manta Point donde, como ocurriese en la cueva de los raggies con los escualos, no encontraríamos a ningún gigante alado pero si que con el mar de fondo más virulento de los muchos que nos tocaron bucear en este viaje y que nos regaló sensaciones tan emocionantes como las de las atracciones de los parques temáticos.

De ese modo, nos vimos envueltos en el desafiante reto del festival de gymkhana subacuática donde o sabes manejarte en la corriente o te conviertes en hoja seca de una ventosa tarde de otoño en un bosque canadiense. Es hora de poner todas las habilidades pseudoanfibias en modo on porque el fondo está repleto de obstáculos contra los que chocar y de algún que otro erizo que evitar y, como no, de oquedades y pequeñas cuevas que disfrutar atravesando fugazmente en busca de sus contraluces mientras se van apartando los pequeños peces que se arraciman en sus interiores protegiéndose de las ráfagas submarinas que nos están azotando a placer …

Volar en esas condiciones y recorrer esas intrincadas formaciones se convierte en un juego complejo pero tremendamente divertido porque la sensación de velocidad e ingravidez se multiplica exponencialmente. Y, así, cabalgando la corriente comienzan a aparecer preciosos corales verdes y, tras ellos, otra gran tortuga intentando a duras penas comer en el fondo del arrecife mientras es zarandeada, una y otra vez, por el mar.

Imagen

Frenar y estabilizarte para lanzar fotos y recolocar los flashes y su intensidad se convierte en todo un reto por cuanto la más que considerable fuerza de la masa de agua cambia continuamente su dirección y, para colmo, aparece otra dificultad bastante menos manejable y predecible. Las dos esforzadas buzas que están realizado su curso de buceo aparecen y desaparecen como los conejos de las chisteras de los magos mientras van repartiendo aletazos a diestro y siniestro y, justo en el delicado momento en el que estoy dedicado de lleno a inmortalizar a una tortuga observo aproximarse velozmente a una de ellas por la derecha … es hora de aplicar la ancestral y camaleónica técnica fotosub de captura y esquiva simultánea … Así que, mientras disparó una foto con el ojo izquierdo puesto en el animal con el otro enfoco el peligro inminente para sujetar y desviar con mi mano el canto de la pala de una de las aletas que se dirige directamente a mi cabeza con la precisión de una patada de Kung Fu de un maestro Shaolín …

Lejos de molestarme con las pobres si algo tengo que reconocerles y, así lo haría más tarde a bordo de la embarcación, es el inmenso mérito de tener la valentía suficiente como para estar realizando el curso en unas condiciones tan extremadamente adversas y exigentes para cualquier buzo. Mientras regresábamos a tierra, botando sobre las olas, la respuesta de una de ellas sería que ya puesta allí abajo no se trataba de valentía sino de una cuestión de pura y dura supervivencia. No pude por menos que echarme a reír junto al resto de compañeros al oír aquel comentario que ambos sabíamos que no era del todo cierto … pudieron pedir a su instructor abortar el buceo en cualquier momento pero nunca lo hicieron … ¡Bravas! … ¡Chapeau! …

La trepidante inmersión prosigue y, poco después, observo desde la distancia los repetidos fogonazos que está lanzando un anciano miembro de mi hermandad fotosub al que creo distinguir con medio cuerpo metido dentro de un gran hueco. Mi instinto cazador de instantáneas me lleva velozmente a ver que pasa y al meter la cabeza en la pequeña caverna me quedo asombrado ante el corpachón de una inmensa tortuga que, ahora, acaba de quedar atrapada entre dos fuegos. Atosigada por nuestros continuos disparos de flash decide girarse para remontar el vuelo, encararme y salir entre ambos para emprender la huida hacia otro lugar donde la dejen dormir en paz …

Imagen

Imagen

El resto de buzos van abandonando paulatinamente el agitado escenario y nos quedamos con el guía, su carrete y la boya señalizadora que el barquero, a buen seguro, estará siguiendo desde la superficie y seguimos aleteando por la corriente racheada y avistando más tortugas en sus cuevas, más peces escorpión y trompeta, más preciosos corales verdes y hasta algún raggie despistado …

Imagen

Imagen

Imagen

Ahora que nos hemos quedado solos en el parque submarino de atracciones es el momento idóneo para dedicarnos a atravesar los estrechos túneles plagados de la vida multicolor del fondo del arrecife, a paladear, sin prisas, los cambios de luz que aparecen al salir por su extremo opuesto y a dejarnos arropar por la intensa corriente con la que ya nos hemos integrado y fundido como una prolongación más de ella. Ya no somos objetos ajenos movidos por su empuje ni luchamos contra ella intentando gobernarla ahora ya formamos parte de ella misma y, como aconsejara Bruce Lee con su … “Be water, my friend” … fluimos al ritmo que nos va marcando como le sucede al que baila al son de una canción y esta, en particular, es de auténtico Heavy Metal …

Imagen

Pero ya hace una hora que estamos danzando bastante profundos y el guía nos busca con su mirada para marcarnos que está bajo de aire y de que ha llegado la hora de poner fin a esta excitante inmersión que será la mejor de nuestra breve estancia en Umkomaas.

Aprovechando que el mar se muestra cada vez más sosegado afrontamos la última jornada en el arrecife de Aliwal Shoal tratando de subir el listón en busca de dos atractivas metas. La tradicional inmersión con cebo con tiburones y otra más novedosa, la de intentar bucear con móbulas y mantas diablo en un arenal próximo a la costa.

Llegados al punto de buceo donde lograr el primero de los objetivos, el barquero comienza a arrojar el chumming cebando el agua y al poco tiempo aparecen un par de tiburones puntas negras oceánicos. Todo apunta a que la jornada de despedida va a ser realmente provechosa.

Al dejarnos caer junto a la bola perforada que pende a 8 metros de profundidad comprobamos que, de manera contraria a la prevista, la sopa de puerros ha regresado. La visibilidad es ciertamente mala y los escualos se muestran desconfiados, esquivos y en un número muy escaso que no llegará a superar a cuatro de ellos al mismo tiempo y muy lejos de los más de veinte que aquí nos acompañaron en el pasado. El guía patea con fuerza la bola con sus aletas intentando atraer su atención forzando con ello que salgan despedidos pequeños restos del pescado que contiene pero sus esfuerzos no son recompensados más allá de espaciadas apariciones puntuales. En un intento final llegará a levantar repetidas veces el bidón que pende a 16 metros repleto de cebo destinado a la eventual aparición del tiburón tigre e incluso, como último recurso, abrirá de par en par la trampilla de la bola de los 8 metros. Todo su encomiable esfuerzo será en balde y la inmersión concluirá con la agridulce sensación dejada por las escasas y tímidas aproximaciones de los dubitativos tiburones que, al menos, logramos contemplar y de algún mero patata despistado que pasaba por allí para ver si podía sacar algo de provecho …

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Imagen

Navegando hacia el siguiente destino ya comienzo a intuir, con pesimismo, lo que sucederá en un día donde el sol luce espléndido pero en el que sus rayos no consiguen penetrar la espesa niebla del mar. Sumergidos de nuevo en el caldo sopero se confirma, tras una prolongada espera a 25 metros, la total ausencia de móbulas y mantas por lo que decidimos abandonar el lugar y dar un último paseo en el que me entretengo fotografiando un banco de barracudas empeñadas en esconderse en la espesa niebla y que nos acompañarán durante un buen rato manteniendo siempre las distancias a un ordenado grupo de peces escondidos bajo una pequeña repisa y a una extraña pareja de estrellas de mar formada por una gordita y otra escuchimizada que parece querer echarle un brazo por encima – nada que objetar a la relación, el amor es así … libre como el viento …

Imagen

Imagen

Imagen

Llega la noche y aprovecho para conectarme a internet junto al restaurante para ponerme a atar los cabos que aun permanecen sueltos y que debo asegurar para culminar exitosamente el resto del viaje cuando, por sorpresa, aparecen con una gran sonrisa dibujada en sus rostros, los dueños del centro, la divertidísima Nicki y el amabilísimo Gary, que nos traen una tanda de chupitos de tequila helados con los que levantar los ánimos, invitarnos a una cerveza e iniciar una interesantísima conversación sobre la situación y evolución del buceo en el país, sobre nuestras amistades comunes y sobre la historia de su complejo e ilusionante proyecto al que auguro un éxito rotundo. ¡Gracias por vuestra acogida y por brindarnos una estancia tan agradable! …

Tras pasar por picos y valles emocionales el tiempo de burbujear en el Océano Índico ha concluido satisfactoriamente pero no el viaje ni los objetivos acuáticos. Aún queda uno … el más grande … el más deseado … el que todo buzo debería vivir y que yo aún tengo pendiente …

Así que, desayuno potente antes de marcharnos del centro de buceo y coche al aeropuerto en un saltito de apenas una hora. Vuelo de regreso a Cape Town y, desplazamiento a nuestro coqueto alojamiento, Villa Costa Rose, del que guardábamos un excelente recuerdo tras nuestra última visita a la ciudad de los capenses y que, en esta ocasión, no solo no nos defraudó sino que superó con creces nuestras expectativas.

Sin tiempo para el descanso, soltamos las maletas y volvemos a la carga pasando por una antigua iglesia y cruzando un par de calles hasta llegar al luminoso paseo marítimo. El sol está bajando mientras por allí corretean un buen número de saludables deportistas junto a perros de todos los tamaños y razas que disfrutan con sus dueños de las amplias zonas de césped. Como fondo, un mar inmenso que se vuelve espumoso al cortarse con las afiladas formaciones rocosas de la orilla entre las que asoman el abundante kelp. Un bosque sumergido del que el fuerte oleaje termina arrancando algunas plantas y amontonándolas sobre la arena de la playa desprendiendo un particular e intenso olor.

Imagen

Imagen

Más adelante, sobre el muro de hormigón del paseo, encontramos adheridas espectaculares fotos con temática marina y algunas de ellas bastantes reivindicativas y explícitas de la infame práctica del aleteo o finning y que, por otro lado, aun siendo mudas, hablan por si solas del nivel de civismo sudafricano respecto de otros muchos países en los que ya habrían sido arrancadas por gamberros o por los maleducados y egoístas amigos de lo ajeno.

Imagen

Justo donde termina el paseo hace rato que nos están esperando unos jugosos solomillos en nuestro restaurante favorito, The Hussar Grill, donde los carnívoros podrán gozar a sus anchas de variados cortes de carne cocinada de modo magistral al punto exacto del gusto de cada uno y que pueden ser acompañadas por una bodega realmente a la altura de los paladares más exigentes.

Imagen

Imagen

Y llega la hora de la verdad, la de ir en busca del ultradeseo … Desde hace un par de meses he venido siguiendo las esporádicas apariciones de grandes blancos en los blogs de las distintas empresas dedicadas a esta lucrativa actividad y, en los últimos días, he comprobando que parecen haberse estabilizado los avistamientos en esta última semana. Las circunstancias parecen las propicias y he cerrado con una de ellas las plazas y que se ha comprometido a ayudarme en lo posible a llevarme buenas fotos aunque ya sabemos que en el reino neptuniano, desafortunadamente, no existen garantías.

Para la mayor parte de los terráqueos este tipo de experiencia, probablemente, no vaya más allá de ser una mera atracción turística y para los más pavorealistas una falsa azaña de intrépido y arrojado aventurero que contar a los amigos y familiares, probablemente, multiplicado por veinte como cuando te comes una ficha jugando al parchís. Para mí se trata de mucho más, de muchísimo más … Como fotógrafo tiburonero el no tener capturada la mirada de un Gran Blanco en ninguno de los espacios de mis atiborrados discos duros es un gran vacío que se me hace insoportable. Una inmensa laguna que, desde hace años, no veo el tiempo de llenar …

Con el último objetivo fijado a las 07:20 y de noche cerrada nos recoge el transfer que nos conducirá hacia el dulzor de la gloria o nos hará morder el polvo de la derrota con un segundo batacazo ahora más probable tras su súbita desaparición del área que aunque algunos se empeñen en negarlo y lancen los dardos de la culpabilidad a la sobreexplotación de la industria pesquera o a la contaminación parece ser que, lo cierto y verdad, es que la mayor parte de la culpa de que abandonaran la bahía de Gansbaai se debió a la depredación que sufrieron por un grupo de orcas que, en 2017, se dedicaron a dar buena cuenta de ellos y, en especial, de sus apreciados hígados. Con el tiempo y con la emperatriz superpredadora fuera de la escena parece ser que el rey pez destronado poco a poco ha iniciado tímidamente su regreso lo que viene a afianzar el valor de esta teoría.

Tras poco más de dos horas de viaje llegamos al centro donde se nos ofrece un copioso desayuno que no alcanzo a entender muy bien. En las mesas los clientes ya están entregados a deglutirlo como si fuese el último de sus vidas, seguramente, espoleados por el ansia de amortizar el gasto. Esa imagen global del grupo me facilita de inmediato una información clara de que entre los participantes no hay muchos buzos ni fotógrafos submarinos. Ningún pseudoanfibio, sensato, se alimentaría de esa forma antes de meterse en el agua por primera vez en el día y aunque en esta ocasión no se trata de bucear si se trata de embarcarse y el mar sigue siendo el mar se bucee o no – como ya expresó el clarividente ex entrenador serbio Vujadin Boskov cuando sentenció “fútbol es fútbol, e gol e gol”. Una auténtica perogrullada pero que supone el fiel reflejo de una realidad aplastante para el buen entendedor …

Minutos más tarde subimos a la embarcación de unos 14 metros de eslora, por una escalera que recuerda a la de los aviones pero en miniatura, y que se encuentra montada sobre un gran remolque. Ya todos a bordo seremos desplazados por un tractor hasta la rampa destinada a poner el barco en el agua. La industria dedicada a la interactuación con el Gran Blanco no vienen atravesando buenos momentos desde la drástica disminución de su población y percibo que cada compañía ha ido captando a clientes a los precios que les ha ido apeteciendo para, finalmente y aunando esfuerzos, aglutinarlos a todos en un solo viaje y en una de las muchas embarcaciones disponibles que se irán turnando para ir zarpando a medida que se vayan llenando.

El día se presenta aceptablemente apacible pero el mar se encuentra un tanto picado como evidencian los rizos que se dibujan claramente en su superficie. A mitad del trayecto nos saluda un grupo de delfines que nos escoltan brevemente mientras navegamos hasta el extremo de la amplia bahía directos al punto donde los encuentros se están mostrando más frecuentes en los últimos días y que terminamos por alcanzar en poco más de 20 minutos.

Mientras parte de la tripulación ya ha iniciado con precisión la maniobra de liberar la pesada jaula e introducirla dentro del agua de modo simultáneo nos anuncian el inicio del reparto de botas de neopreno y de trajes húmedos a cargo de una señora dotada de un cerebro con capacidad de escaneo en tiempo real. Un rápido vistazo recorriendo tu cuerpo de arriba a abajo otro en sentido inverso le es suficiente para entregarte el de tu talla exacta con un porcentaje de error escaso pero probable – con el de mi PGp se equivocaría …

Imagen

Ya están terminando de amarrar firmemente la jaula al costado de estribor y comienzo a detectar algún rostro pálido entre los compañeros de pasaje. Un señor de gran envergadura, con cierto aire al tenista Nick Kyrgios, ha perdido su color habitual para adquirir un impropio tono blanquecino. Para complicar su situación aún más se ha desplazado al peor lugar del barco al que uno debe dirigirse en estos casos, la proa. Allí, lucha el pobre en un vano intento de recuperarse del mareo junto a su pareja que trata de ayudarlo, ninguno de los dos llegará este día a tener contacto con el agua … Mientras tanto, en la popa, otra joven con la línea un tanto descuidada comienza a mostrar una mirada perdida y uno tono verde violáceo por lo que aconsejo rápidamente a mi pareja, que está situada justo enfrente, que se aparte sobre la marcha para evitar recibir una ración de fluidos indeseados. Se librará milagrosamente, por tan solo por un par de segundos, antes de que la chica se dedique a devolver a las olas todo el desayuno y, a la vista de la repeticiones, presumo que también parte de la cena de la noche anterior …

Comienzan a lanzar la boya a la que han atado una cabeza de atún con una cuerda y a los pocos intentos aparece el Gran Jefe … ¡No puedo creerlo! … ¡Ahí está! … ¡Por fin! … ¡Tan solo a unos escasos cinco metros de distancia! … Me dan ganas de lanzarme con el tubo de snorkel antes de que se vaya y no aparezca más … De inmediato, saltan varias voces pidiendo con urgencia voluntarios para el primer turno y antes de que terminen la frase ya estoy introduciendo una pierna en la jaula armado con mi cámara presta para darlo todo … Me dan un cinto de plomos, que viene ya cerrado, que me cuelgo en bandolera y medio segundo después estoy dentro.

Imagen

El agua está fría, seguramente muy fría, pero ni me entero … podría estar incluso granizada y sería igual porque mi adrenalina fluye a un nivel tal que me aísla de todo mal como la capa de grasa lo hace con las morsas del Ártico … Al sumergir la cabeza contemplo con pesar la familiar presencia de la sopa de espárragos que ya apareciera el primer día de buceo en Sodwana Bay. No va a resultar nada fácil atrapar decentemente al Gran Blanco en la tarjeta de memoria pero hoy no valen excusas, tan solo cuenta intentarlo como se pueda. El barco se bambolea con insistencia y la jaula se mece bruscamente y sin descanso removiendo a sus ocupantes como muñecos en su interior … mis cinco sentidos ahora están concentrados en estabilizarme, en buscar un hueco apropiado para colocar la cámara y en acribillar al gran depredador en cuanto aparezca de nuevo …

En un par de ocasiones pierdo el agarre y se me resbala un pie entre los huecos de la jaula dejándolo expuesto a la peor de las desgracias. Me recrimino internamente por mi torpeza y porque ese tipo de errores pueden pagarse caros, carísimos y de por vida. Ni la mejor de las fotos compensaría una pérdida de ese tipo y llamo a la calma para afianzarme bien … Segundos después ya he encontrado todos los puntos de agarre necesarios y escucho como desde la borda se nos advierte a gritos que está aproximándose otro gran tiburón y que directo a morder el cebo … Me hundo en la jaula y disparo una ráfaga prácticamente a ciegas. La visibilidad es realmente limitada, el espacio que compartimos seis personas también lo es y apenas he tenido tiempo de enfocar la vista en la pantalla LCD de la cámara y en el escualo lo que se hace realmente dificultoso con el barco zarandeándonos sin cesar …

Imagen

De este modo irán apareciendo varios blancos de distintos tamaños y todos ellos tratando de capturar la codiciada recompensa de la suculenta cabeza de atún que pende tentadora bajo la boya momento en el que el tripulante encargado del manejo del cebo tirará de él para atraerlo hacia la jaula procurando acercarnos al depredador lo máximo posible … Transcurridos 30 minutos salpicados de apariciones esporádicas, que se me han antojado poco más de cinco, se nos invita a que desalojemos y demos paso al segundo grupo.

Imagen

Pasada otra media hora durante la que nos entretendremos observando el espectáculo desde la cubierta llega el tiempo del tercer turno pero el incesante movimiento de cuna del barco ha hecho estragos entre algunos clientes poco acostumbrados al mismo y ya han sido atrapados por el nauseoso abrazo del mareo de mar o acobardados por el atenazador frío de agua. Es el momento propicio de lanzar la infalible mirada de los tiernos ojos del gato con botas de Sherk 2 directa hacia el encargado de capturar el vídeo a bordo y mostrarle, al mismo tiempo, el bello cuerpo de mi carcasa submarina de aluminio anodizado buscando que se solidarice con un miembro de su misma especie. Capta el mensaje y de inmediato, como no podía esperarse menos de un miembro de la gran fraternidad fotosub, nos brinda la posibilidad de volver a la caja en el hueco producido por la súbita deserción de varios de los aspirantes.

Ya le he tomado la media a la caja y a acoplarme como si estuviese atornillado a ella pero los protagonistas parecen haber ido perdiendo el interés en nosotros y cada vez efectúan apariciones más espaciadas. Todo apunta a que el espectáculo está llegando a su fin cuando nos gritan que uno se está acercando por debajo del barco … tomo aire y lo espero para captarlo una vez más. Ahora ya he aprendido a sumergirme y a enfocar al animal con mayor velocidad y lo veo pasar veloz frente a mi cara como un corpulento gigante de enormes agallas y ojos de un inexpresivo negro azabache que ya los quisieran para sí los mejores jugadores de póker.

Imagen

Imagen

Buceando durante una semana junto con el tiburón tigre en Bahamas, a medida que fueron transcurriendo los días, llegué a sentir en la cercanía un cierto grado de comunicación en el intercambio de miradas frente a unos ojos que, en ocasiones y salvando las distancias, me llegaban a recordar a los humanos. En este preciso momento, con el Gran Blanco, no consigo percibir ni el más mínimo vínculo ni lectura alguna tan solo capto el exclusivo y frío interés de un tremendo depredador que persigue obtener su alimento para sobrevivir … no hay más …

Concluye el tercer turno, han transcurrido 90 minutos desde que comenzó el show y nos piden amablemente que salgamos al tiempo que me comentan, en petit comité, que absolutamente nadie más desea seguir dentro de la batidora, ni pasando frío ni jugándose las extremidades por lo que si queremos permanecer confinados no hace falta que abandonemos nuestros puestos porque la jaula ya es toda para nosotros por 20 minutos a lo que les respondo, con una sonrisa de oreja a oreja, que vuelvan a cerrarla que nos quedamos en remojo como los garbanzos …

Nos quedamos solos en nuestra voluntaria celda y pasa el tiempo sin que el blanco aparezca en escena por lo que decido aplicar la ancestral técnica fotosub del palmeo atractor y comienzo a golpear con la fuerza la superficie del agua con mi mano libre. El Gran Jefe capta la llamada y no se demora. Espoleado por la posible presencia de una presa en apuros o de alimentos lanzados al agua ha regresado para dar buena cuenta de lo que se le ponga por delante se dirige al cebo, que ahora ha sido reforzado por el personal de a bordo con tres cabezas de atún, y pasa junto a él ignorándolo por completo para dirigirse directamente hacia nosotros como un obús. Estoy firmemente asentado con la rodilla derecha introducida dentro de uno de los cuadrados que conforman el sólido enrejado de los barrotes de la jaula por lo que esta me sobresale algunos centímetros. El tiburón ha acelerado desde la posición del cebo situado a unos tres metros y apenas me da tiempo a retirarla de dicho lugar cuando percibo el roce de su morro sobre ella antes de que impacte contra la caja en el mismo espacio que ocupaba mi apreciada articulación milisegundos antes.

Volvería a llamarlo palmeando sobre el agua en un par de ocasiones más en las que volvería a acudir para mostrarse frente a nosotros sin temor alguno, confiado en las solventes garantías de sus casi cuatro metros de sobrecogedora envergadura y sus formidables mandíbulas armadas con un arsenal de dientes.

Si albergaba alguna duda sobre el pensamiento que se ocultaba detrás de su mirada impenetrable esta acaba de ser volatilizada. Ahora es una certeza … este tiburón no admite juegos y tiene sus ideas absolutamente claras … cristalinas …

Imagen

Imagen

Al salir de la jaula comparto mi alegría con la entregada tripulación que ha posibilitado la realización de un sueño y la suma de un recuerdo inolvidable que almacenar en ese espacio de honor de mi memoria reservado a las experiencias más preciadas de mi vida pseudoanfibia. Otra pieza más del gran puzzle de mi vida ha sido colocada y no se trata de una cualquiera porque lo vivido, desde mi particular perspectiva, ha conseguido traspasar la imposible frontera de lo extraordinario.

Se marchaba una enriquecedora aventura más mientras otra, tremendamente retadora, ya comenzaba a asomarse en el horizonte reclamando mi atención. Atrás quedaba Sudáfrica, uno de los peores lugares del mundo para aburrirse. Una tierra con un clima impredecible, donde el aroma de lo natural y lo salvaje se percibe allá por donde miras y donde el pulso de la vida puede llegar a ser arrebatadoramente intenso para quienes decidan lanzarse a vivir algunas de las innumerables aventuras que propone.

Otro botín había sido cobrado, el de las dos fantásticas semanas alumbradas por muchas más luces que sombras y que se coronaron con la llegada de una estrella … la que más deseaba ver resplandecer en el imprevisible Reino de Neptuno.

________________________________________________________________________________________________________

Aquí os dejo otra crónica y otra experiencia más en Sudáfrica ... espero que os sea de utilidad ... :ok2: :ok2: :ok2: :chin: :chin: :chin:

Para ver bastantes más fotos y la crónica completa con sus extensiones podéis visitar mi blog donde encontraréis más información y un pequeño comentario en el que no todo es tan bonito y que refleja parte del dañino impacto de la pandemia en el país : https://izenkai.wordpress.com/
Última edición por Izen el 04/Ago/2022, 10:44, editado 2 veces en total.
LIBRO en PAPEL de Izen Kai: BUCEAR con TIBURONES. Cómo AMARLOS sin ARREPENTIRSE en el intento. https://izenkai.wordpress.com/2021/08/3 ... l-intento/
Blog: Crónicas Buceo/Tierra:https://izenkai.wordpress.com/
Última Crónica: Yonaguni (Japón): El desconcertante poder de la conjuración
https://i.imgur.com/bqAok1p.png

Avatar de Usuario
COLL
Dive Monster Weber Platinum
Dive Monster Weber Platinum
Mensajes: 11377
Registrado: 10/Jun/2009, 00:04
Ubicación: MARESME (Catalunya)
Contactar:

Re: SODWANA y ALIWAL:Buscando una estrella entre luces y som

#2 Mensaje por COLL »

:bbS) :plas: :plas: :plas: :plas: espectacular crónica, lastima de las partículas de alguna foto. :-/ :-/ :-/ :-/
Sony RX100-2, caja ISOTTA , 2 flashes sea&sea YS 01, Lente Inon UCL 165 - M67 , saga +15 , angular FIX UWL-28M52



mis Fotos en https://www.flickr.com/photos/119109583@N02/

https://www.facebook.com/pages/club-esp ... 93?fref=ts

Avatar de Usuario
Izen
Dive Monster Weber
Dive Monster Weber
Mensajes: 5083
Registrado: 09/Sep/2007, 18:55
Ubicación: Gravedad 0
Contactar:

Re: SODWANA y ALIWAL:Buscando una estrella entre luces y som

#3 Mensaje por Izen »

COLL escribió::bbS) :plas: :plas: :plas: :plas: espectacular crónica, lastima de las partículas de alguna foto. :-/ :-/ :-/ :-/
¡Fue como la guerra! ... Ha sido la peor visibilidad que me he encontrado en mis cuatro viajes a Sudáfrica de largo ... El que haya estado allí en malas condiciones lo entenderá, era una horrible sopa blanca que en las fotos, ya procesadas, no se aprecia ... Pero en cualquier caso se acepta la crítica, siempre me lleva a más, intentaré disparar mejor la próxima ... :wink: :wink: :wink:

En esta ocasión me tocó bailar con la más fea de las visibilidades pero ahí están las fotos ... No se podía sacar más ... De hecho, muestran mucho más de lo que realmente se podía ver ... Es la magia del photoshop ... Pero no es ilimitada ... y sin contar con una corriente brutal donde cada disparo era un reto.

Muchos hubieran vuelto hablando pestes de la experiencia pero esas infantiles excusas nunca han formado parte de nuestro guión salvo catástrofe que, ni mucho menos, fue el caso. Bucear en condiciones duras y adversas es parte del continuo aprendizaje. No estábamos en el popular y amable Mar Rojo de aguas cristalinas y pececitos de colores ... Es Sudáfrica, una tierra que no es propicia para quejicas ... :ok2: ...

Para videosub hubiera sido más amable pero para fotosub fue un auténtico infierno de corrientes y partículas durante todo el viaje ... :mrgreen: :mrgreen: :mrgreen:

En cualquier caso cayó el objetivo de capturar, cara a cara, al Gran Blanco ... Entre tinieblas, con barrotes y fuertes sacudidas ... ¡¡¡ Pero ahí está, cazado !!! ... y tocándome con el morro en la rodilla, un contacto directo que jamás olvidaré y que, tan solo, una infinitésima parte de buzos tendrán la ocasión de sentir en su vida de pseudoanfibio ...

Un objetivo menos pero al que aún le queda pendiente de ser vivido sin jaula ... ¡¡¡ Estoy en ello !!! ... :wink:
Última edición por Izen el 03/Jul/2021, 23:29, editado 3 veces en total.
LIBRO en PAPEL de Izen Kai: BUCEAR con TIBURONES. Cómo AMARLOS sin ARREPENTIRSE en el intento. https://izenkai.wordpress.com/2021/08/3 ... l-intento/
Blog: Crónicas Buceo/Tierra:https://izenkai.wordpress.com/
Última Crónica: Yonaguni (Japón): El desconcertante poder de la conjuración
https://i.imgur.com/bqAok1p.png

Avatar de Usuario
alexcalahorra
Desnortao
Desnortao
Mensajes: 5655
Registrado: 28/Jul/2018, 19:12
Ubicación: La Rioja

Re: SODWANA y ALIWAL:Buscando una estrella entre luces y som

#4 Mensaje por alexcalahorra »

:ok1: :ok1: :ok1: :plas: :plas: :plas: :plas: No tengo palabras.
Quien piensa en el mar, siente su murmullo incluso en el interior.
(Józef Bułatowicz)

Avatar de Usuario
Izen
Dive Monster Weber
Dive Monster Weber
Mensajes: 5083
Registrado: 09/Sep/2007, 18:55
Ubicación: Gravedad 0
Contactar:

Re: SODWANA y ALIWAL:Buscando una estrella entre luces y som

#5 Mensaje por Izen »

alexcalahorra escribió::ok1: :ok1: :ok1: :plas: :plas: :plas: :plas: No tengo palabras.
Yo sí ... ¡Gracias por comentar! ... :ok2: :ok2: :ok2: :chin: :chin: :chin:
LIBRO en PAPEL de Izen Kai: BUCEAR con TIBURONES. Cómo AMARLOS sin ARREPENTIRSE en el intento. https://izenkai.wordpress.com/2021/08/3 ... l-intento/
Blog: Crónicas Buceo/Tierra:https://izenkai.wordpress.com/
Última Crónica: Yonaguni (Japón): El desconcertante poder de la conjuración
https://i.imgur.com/bqAok1p.png

Avatar de Usuario
eduardograndio
Dive Monster Weber
Dive Monster Weber
Mensajes: 3623
Registrado: 21/Abr/2007, 20:33
Ubicación: Gran Canaria
Contactar:

Re: SODWANA y ALIWAL:Buscando una estrella entre luces y som

#6 Mensaje por eduardograndio »

Gracias por el maravilloso rato que me has concedido leyendo esta crónica. :ok1:

Salu2
Eduardo

Avatar de Usuario
Izen
Dive Monster Weber
Dive Monster Weber
Mensajes: 5083
Registrado: 09/Sep/2007, 18:55
Ubicación: Gravedad 0
Contactar:

Re: SODWANA y ALIWAL:Buscando una estrella entre luces y som

#7 Mensaje por Izen »

eduardograndio escribió:Gracias por el maravilloso rato que me has concedido leyendo esta crónica. :ok1:

Salu2
Eduardo
Muchas gracias Eduardo, viniendo de tí es un plus ... :chin: :chin: :chin: :ok1:
LIBRO en PAPEL de Izen Kai: BUCEAR con TIBURONES. Cómo AMARLOS sin ARREPENTIRSE en el intento. https://izenkai.wordpress.com/2021/08/3 ... l-intento/
Blog: Crónicas Buceo/Tierra:https://izenkai.wordpress.com/
Última Crónica: Yonaguni (Japón): El desconcertante poder de la conjuración
https://i.imgur.com/bqAok1p.png

Avatar de Usuario
gram parsons
Advanced Weber Diver
Advanced Weber Diver
Mensajes: 254
Registrado: 05/Dic/2011, 17:52

Re: SODWANA y ALIWAL:Buscando una estrella entre luces y som

#8 Mensaje por gram parsons »

Hola:

Estupenda crónica! Cómo he disfrutado leyéndola y qué recuerdos me ha traído. Estuve en Sodwana Bay en el 2009 y guardo un enorme recuerdo del buceo allí. Tuve suerte y me hizo un tiempo espléndido con una visibilidad espectacular. Fue un buceo magnífico y, además, el primero que hice fuera de España por lo que guardo un recuerdo maravilloso de ese sitio, y de toda Sudafrica.

También tuve la oportunidad de ver el blanco aunque no pude hacer fotos debajo del agua por la escasa visibilidad, pero sí logré sacar alguna en superficie. Fue una experiencia fantástica...y lo de los mareos que cuentas fue igual. Entre el mar picado, el olor a cebo y las vomitonas aquello fue...una experiencia maravilllosa!

Avatar de Usuario
Izen
Dive Monster Weber
Dive Monster Weber
Mensajes: 5083
Registrado: 09/Sep/2007, 18:55
Ubicación: Gravedad 0
Contactar:

Re: SODWANA y ALIWAL:Buscando una estrella entre luces y som

#9 Mensaje por Izen »

gram parsons escribió:Hola:

Estupenda crónica! Cómo he disfrutado leyéndola y qué recuerdos me ha traído. Estuve en Sodwana Bay en el 2009 y guardo un enorme recuerdo del buceo allí. Tuve suerte y me hizo un tiempo espléndido con una visibilidad espectacular. Fue un buceo magnífico y, además, el primero que hice fuera de España por lo que guardo un recuerdo maravilloso de ese sitio, y de toda Sudafrica.

También tuve la oportunidad de ver el blanco aunque no pude hacer fotos debajo del agua por la escasa visibilidad, pero sí logré sacar alguna en superficie. Fue una experiencia fantástica...y lo de los mareos que cuentas fue igual. Entre el mar picado, el olor a cebo y las vomitonas aquello fue...una experiencia maravilllosa!
:lol: :lol: :lol: ... "Entre el mar picado, el olor a cebo y las vomitonas aquello fue...una experiencia maravilllosa!" ... Todo tiene su encanto, a nosotros nos vinieron estupendamene para que nos hicieran hueco ... :mrgreen: :mrgreen: :mrgreen:

La verdad es que Sodwana a plena potencia de visibilidad tiene pintaza ... Nosotros no tuvimos tanta suerte pero, aún así, regresamos muy contentos porque, al menos, alcanzamos a ver y disfrutar de su potencial ... Sudáfrica me encanta y pienso volver muchas veces más porque la disfruto enormemente y según las temporadas te ofrece algo distinto (en mi blog puedes leer la crónica completa en la que incluyo las breves extensiones a Santa Lucía y Ciudad del Cabo que supongo también conocerás) ...

Gracias por comentar ... :ok2: :ok2: :chin: :chin:
LIBRO en PAPEL de Izen Kai: BUCEAR con TIBURONES. Cómo AMARLOS sin ARREPENTIRSE en el intento. https://izenkai.wordpress.com/2021/08/3 ... l-intento/
Blog: Crónicas Buceo/Tierra:https://izenkai.wordpress.com/
Última Crónica: Yonaguni (Japón): El desconcertante poder de la conjuración
https://i.imgur.com/bqAok1p.png

Responder

Volver a “Crónicas de buceo o de quedadas”