Lo mio no es precisamente una experiencia que merece la pena contar, pero a pesar de ello me gustaria compartirla.
Soy bastante novato, pero completamente adicto a esto. Dentro de mi poca experiencia nunca me ha pasado nada fuera de lo normal, ningún problema y nunca me entró pánico ni nada parecido durante una inmersión más bien todo lo contrario (tampoco es que haya echo grandes inmersiones, que todo hay que decirlo).
En la última se me metió entre ceja y ceja quitarme y ponerme el equipo en el fondo (sólo lo habia hecho en piscina), se lo comento a mis compañeros y ningún problema. LLegamos al fondo, se situan cerca mia y me pongo a ello. Me lo quito bien pero el problema viene cuando intento ponermelo. Noto que empiezo a ponerme ligeramente nervioso (tranquiiilo, tranquiiiilo), como me estaba liando con el latiguillo voy y me quito el regulador de la boca
, y entonces me veo: yo a unos -15 m. sin nada, con mi equipo delante de mi y sin más aire que el que tengo en los pulmones, me sentí... frágil, no sé como describirlo, pero no era del todo desagradable. Me relajo todo lo que puedo y, viendo que el octopus estaba más a mano, me lo enchufo y respiro normalmente. A partir de ahí bien, me ayudaron a ponerme el equipo y el resto de la inmersión sin ninguna complicación. Eso si, con la maniobra me pulí algunos bares de más
.
No se, tuve la impresión de que con aquella tonteria aprendí algo muy valioso, tal vez sólo que sin tu equipo no eres nada.
Gracias a las que habeis conseguido llegar hasta aquí, creo que me enrollo bastante
. Eso si, en la próxima vuelvo a intenarlo a ver si lo consigo.
un saludo!!