Para aclarar las cosas y evitar malentendidos:Ramon escribió:...En cualquier caso, si fueron dos los que ingresaron en cámara por ADB, tenían un problema en la planificación... Les deseo todo lo mejor y una pronta recuperación. Ramon Verdaguer
La planificación de cualquier actividad (incluída la inmersión) se hace para minimizar el riesgo; obviamente, el riesgo cero en inmersión sólo se consigue no buceando.
Cuando leí la notícia, me pilló en plena redacción de un artículo contra la nefasta moda del "conoce tus límites" que algunos siguen y unos pocos descubren, aunque demasiado tarde... Y escribí lo que pensé en aquél entonces. En ningún momento dije que fuese un ejemplo de mala profesionalidad, cosa que no pensaba ni pienso; detalle del cuál me alegro, pues hoy sé algo más de lo sucedido en el Maria Dolores y la actuación ejemplar del amigo Joaquín, para intentar dar rápida solución a un problema.
Por otro lado, el comentario venía también motivado por la alegría con que se publican en las RRSS las hazañas de muchos: eso puede dar la falsa impresión de que basta con tener el equipo adecuado como para lograr lo que uno quiera. Y quedan en la oscuridad la extraordinaria cantidad de horas de entrenamiento, dinero y esfuerzos personales de todo tipo.
El otro día me llamó una persona preguntando por el modelo profesional del TIR, el de heliox. Le pregunté con que objetivo y me respondió que "para bajar profundo". Seguí con las preguntas y a la que empecé a rascar un poco, la persona demostró no tener ni pajolera idea de buceo profundo, ni mezclas descompresivas ni gestión de la descompresión. Sólo le interesaba "bajar y cuánto más, mejor". Daba igual la preparación...
Los fallos, las sorpresas y los incidentes, se cuelan por rendijas muy estrechas... El carácter profesional de un practicante puede ayudar a parir una buena planificación, y la experiencia acaba por definir y determinar los puntos claves.
El ejemplo de Jordi Y. considero que puede servir para ilustrar lo que digo: cuando en la inmersión en la cueva de la Font-D'Estramar llegó a los -200m, dejó el scooter ahí y siguió a golpe de aleta. En la meticulosa preparación de una inmersión de esas características, el equipo previó que la MOD del torpedo era de -200m, más allá de esa cota había el riesgo de anegamiento del aparato. Pero nadie pudo preveer que el esfuerzo personal del aleteo hasta la cota -253m, esos puñeteros 50m, serían suficientes como para provocarle un serio ADB.
Ignoro en ese momento como se encuentran los dos lesionados, ni sé exactamente como ocurrió. Seguramente, si llegan a conocerse los detalles, puedan sacarse conclusiones para futuros profundistas.
Entrenamiento, Conocimiento, Aptitud y Planificación, tienen que ir de la mano para que cualquier proyecto tenga éxito.
Todos los detalles cuentan.
Por ejemplo, a los lectores que suelen bucear profundo (mucho más allá de las cotas recreativas), quizás les convendría conocer si padecen o no de FOP. Sabiendo que una de cada tres personas lo padece, y sabiendo que se mueven en una zona de alta generación de burbujas circulantes, no sería descabellado plantearse una prueba para determinar si puede haber una comunicación accidental entre las dos aurículas... Si tenemos ese defecto, quizás debiéramos plantearnos solventarlo antes de seguir en nuestros proyectos profundos. Y pongo ese ejemplo sólo con ánimo de ilustrar hasta que punto se podría hilar fino...
Obviamente, si tuviéramos que tener en cuenta todos los riesgos y prevenirlos, no nos podríamos mover. Así que los responsables de la planificación deben de tomar sus propias decisiones. Ese ya es un riesgo. Y no pequeño, precisamente...
Esperemos, como dije, una pronta y total recuperación de los dos afectados y aprovecho para felicitarles por la manera en cómo gestionó el accidente. No es fácil en aquellas condiciones tomar una decisión rápida y en la que está en riesgo la vida de todos.
Eso sí que está reservado para los buenos profesionales y, sobre todo, ¡a un buen compañero de inmersión!
¡Buen azul!
Ramon Verdaguer