Al final nos decantamos por ir a Cartagena con idea de visitar la Reserva Marina de Cabo Tiñoso y ha sido toda una experiencia iiinnnncrrrrreíble. Fuimos a YoBuceo con Raúl, el Capitán
, un tío super enrolllado y un magnífico anfitrión, guía, organizador, master, instructor, corrector, repartidor de agua y manzanita, así como una persona con la que creo que te puedes ir al puto fin del mundo porque está lo suficientemente loco para hacerlo pero no como para que mueras en el intento.Con Carlos y Laura también echándonos una mano, nos sentimos en familia y joer...sólo el paseíto en barca desde el puerto de Cartagena a los puntos de inmersión ya hace que toda esta fiesta merezca la pena.
Estuvimos a primeros de Julio y buceamos dos días, cuatro inmersiones, dos de ellas en la Reserva. Primero buceamos en la zona llamada El Puro y sí, me costó un puro de mi compañera de Buceo. Era la sexta inmersión para ambos, la primera en aguas abiertas tras el OWD y casi al final de la inmersión hubo un problema: Preguntándole por el gas restante interpreté que le quedaban sólo 40 bar y que quería ascender, así que me fui a por Raúl que estaba unos metros adelante y le informé que teníamos ahí un problemilla que había que tener en cuenta. Algo falló en la comunicación porque estaba en realidad a unos 70 bar y tanto es así que Raúl me agarró del jacket porque pensaba que yo había entrado en pánico, me miró a los ojos, por eso lo detecté; le lancé dos ok como una casa y nos dirigimos tranquilamente al barco. Fue un malentendido, mi compi no entendió por qué hice eso y cuando nos calmamos establecimos la regla de hacer señales aún más claras y repetirlas en caso de mensajes de cierto peligro.
La siguiente inmersión, La Cueva de la Virgen, con mogollón de termoclinas y necesidad de luz, ya que aunque la hay natural, el ojo tarda bastante en aclimatarse. Sales del agua, la cueva es una pasada y vuelves a bucear para completar la inmersión. Imprescindible para cualquier novato para coger sensaciones que sólo conoces de leerlas.
Al día siguiente, nos fuimos a La Isla de las Palomas y qué deciros: Vida por carretillas. Bancos de barracudas, alguna manta raya, varios meros y un sinfín de animalitos. Pudimos trabajar bastante el tema del control de flotabilidad, poco a poco lo vamos perfeccionando.
Hay que decir, que antes de cada inmersión, Raúl nos hacía una perfectísima descripción del recorrido, de las cosas a tener en cuenta y nos ayudaba en todo lo que necesitábamos. Es un lujo tener a alguien que te trata como si fuese su primer día en el negocio, con ilusión y empatía.
Luego volví yo solo a finales de Julio porque mi compi tenía problemas de agenda. Le dije a Raúl nada más llegar que me faltaba mi amiga y estaba pelín nervioso, cosa que me agradeció comunicar. Me puso los dos días con dos compis maravillosos, "J" y Óscar, instructores. Aprendí muchísimo. Buceamos en la zona militar del CBA que tiene un remolcador, un helicóptero y un Harrier hundidos para prácticas de buceo de nuestras FFAA; me sorprendió la cantidad de vida que pude ver ahí en medio. Luego nos fuimos a otro punto llamado el Bajo de la Bola con un recorrido absolutamente embriagador por las formaciones marítimas.
Al día siguiente hice otro recorrido en la Reserva Marina y en Isla de la Torrosa y ya pude sentir que el ejercicio del buceo dejaba de exigirme pensar en esto y lo otro para centrarme en disfrutar y desenvolverme con muchísima facilidad y con mejor control de la flotabilidad. ¡¡Estoy encantado con este deporte!!
Bueno perdón por el ladrillo pero me apetecía no sólo contarlo, sino comentar que Carlos, Laura y sobre todo Raúl, hacen de YoBuceo Cartagena un sitio perfectísimo para bucear día sí, día también, año sí, año también. ¡Chapeau tíos, gracias por hacernos sentir en familia!
