Hoy con otra historia de fin de semana.
El domingo, clima y agua ideal para esas apneas. Voy con mi amigo que recién comienza, va tambien su papá de 60 años. Llevo cámara, mi idea es fotografiar, la semana pasada se me aparecieron unos delfines, toda la semana pensando en el agua y que me deparará la próxima vez.
Llego y nos cambiamos, hermoso día. Bajando por la playa hacia el intermareal que comienza a taparse por la marea el papá de mi amigo sufre un tirón en el isquitobial, se queda sin bucear en la orilla.
Con mi amigo indagabmos el mundo submarino, y yo, empecinado con una nototenia que no se deja fotografiar. Bajada tras bajada se oculta en su cuevita no logrando capturarla. Lo dejo y sigo con otra cosa. Ya pasada las 2 horas mi amigo se retira, yo le doy un rato más y cuando digo ¨bueno ya estaría¨ paso de nuevo a buscar la cuevita de la nototenia, a ver si esta vez tengo suerte.
Cuando estoy concentrado mirando fijo hacia la cuevita, siento una presencia sobre mi espalda, al girar la cabeza veo sobre mi hombro literalmente a 10 cm una cabeza enoooormeeeeee.
¨UN LOBO¨ me digo, ya acostumbrado de sus encuentros y de los sustos que te pegan al ser sigilosos y agarrarte desprevenido salgo de la zona para tratar de alejarme. Cuando giro para ver lo que realmente me esta soplando la nuca no es un Lobo Marino, me asusto, un animal nuevo que nunca vi, parece un Dinosaurio, ¨¿Es peligroso, me puede morder? Y si es torpe y me aplasta?¨ Todo eso se me vino a la cabeza y salgo con la intencion de salir del mar, pero me sigue. Con un nado muy lento y delicado el enorme animal literalmente me esta ¨olfatiando¨, me toca la pierna, la cintura y las aletas.
Cuando el inicial susto por agarrarme desprevenido pasó (una cosa es verlo acercar a la distancia, otra distinta es mirar hacia el hombro y ver una gigante cabezota mirándote fijo) me digo ¨ya está si algo quiere hacerme, no tengo oportunidad¨.
Y comienza un contacto con el animal que lo veo flaco, como débil, como tratándome de decir algo, como un perrito de la calle cuando quiere que lo lleves a su casa para darle refugio y comida.
Logró algunas fotografias y un video y el animal se retira. No antes sin ir a saludar a mis amigos en la orilla, donde dicen que casi otra vez nos encontramos en un canal angosto, pero que a ultimo momento el animal escogió la otra bifurcación.
Sali del agua con un sentimiento agridulce. Alegre por el encuentro, y agradecido al mar que me da tanto, pero al mismo tiempo con cierta angustia por ver en este animal el reflejo de la realidad.
Debido a la gripe aviar, 9 de cada 10 crías de elefante marino murieron en 2023. Y más del 70% de la población desaparecio de las costas, muertos o diseminados en busca de la supervivencia.
Patagonia Argentina, agüita a 15°C en verano y 7°C en invierno
