Baldo Mero escribió:Voy a reflotar este tema para contar un incidente que me ha ocurrido recientemente y del que, como siempre, se pueden aprender cosas.
La inmersión fue en El Hierro este Agosto. 7 personas con un guía, niveles variopintos e inmersión fácil aunque con un pelín de viento y ligero mar de fondo. VIsibilidad muy buena, unos 25m, como casi siempre en La Restinga, de modo que el grupo avanzábamos tras el gúia bastante dispersos en paralelo a una pared. Yo voy bastante retrasado y el más exterior respecto a la pared, pues mi pareja tenía ilusión de ver chuchos (rayas) y yo los estaba buscando en la zona arenosa exterior. Unos 22m de fondo.
En un momento dado vi lo que buscaba y comencé a hacer gestos para indicar a mi pareja y al grupo que había un hermoso chucho nadando a unos metros hacia el exterior. Ella estaba bastante despistada y en ese momento alejada de mí (otra pareja se había interpuesto entre los dos) , de modo que no me veía. Comencé a gritar para que la viera, pero aunque llamé la atención de otras personas del grupo no la de mi pareja. En un grito especialmente fuerte y con los pulmones vacíos, dejé de recibir aire y aspiré agua. Inmediatamente en reflejo corté la respiración y tras unos segundos, con miedo, probé de nuevo a ver qué pasaba. Sólo entraba agua.
Como justo estaba intentando llamar la atención del grupo y la buceadora más cercana estaba a mi nivel y a sólo unos metros, me dirigí a ella sin dudarlo ni un instante y le pedí su octopus con la seña correspondiente. Accedí a él sin problemas, y al ir a quitar el mío de la boca para cambiarlo por su octopus descubrí que estaba mordiendo mi boquilla pero el regulador se había desprendido de la misma - ¡como para no entrar agua! . Me saqué la boquilla (flipando literalmente) y tras unas bocanadas del octopus de la compañera y hacerle la seña de OK, me cambié a mi propio octopus, recuperé el regulador que flotaba sobre mi cabeza y le volví a ajustar la boquilla. El resto de la inmersión sin nada que resaltar, aunque la mitad del tiempo inconscientemente llevaba la mano en la etapa para "palparlo" y saber que estaba ahí. Aunque no me sentí en demasiada angustia o peligro (fuera del momento en que pegué el primer trago y hasta localizar a la compañera) fui de los primeros en llegar a 50 bares, así que inconscientemente el incidente sí que me dejó agitado el resto de la inmersión (normalmente consumo poco y soy de los últimos).
Después de darle vueltas al incidente, hay varias cosas que personalmente he aprendido y quiero compartir
- En primer lugar, jamás se me había ocurrido que esto podía pasar. En mis comprobaciones del material nunca me había fijado que hubiera un clip o una brida puesta para sujetar la boquilla y nunca había comprobado su estado. Se da la circunstancia de que la segunda etapa era nueva, comprada justo antes del viaje porque en la revisión del regulador, unas semanas antes, la segunda etapa habitual tuvo que jubilarse. La segunda etapa nueva me fue entregada ya montada en el por el SAT y con la boquilla puesta, pero sin clip ni brida (cosa de la que no me percaté). Mucho ojo con esto porque cada vez veo más gente (frecuentemente novatos que alquilan el regulador) que lleva su propia boquilla por preferencia o por higiene Co-Vid. Pues bien: no os podéis hacer a la idea lo fácil que puede salirse una boquilla sin embridar tras un buen berrido o tirón del latiguillo (y de la cara de pez que se te queda al notar que respiras agua sin entender por qué, ya que tienes la boquilla bien firme en la boca)
- En segundo lugar, y tras intentar darle vueltas a lo que sentí y como reaccioné, me resulta difícil reconstruir del todo el proceso mental y mi reacción. Me llamó la atención mucho que mi primer reflejo una vez comprobado que de repente no había aire sino agua (una segunda bocanada pequeña después de la primera) no fuera coger mi propio octopus, sino dirigirme al de la persona más próxima. Intentando racionalizar esta reacción a posteriori, creo que fueron determinantes 2 cosas: 1) que estaba próxima y orientada hacia mí, con el octopus donde debía estar y a unos pocos aletazos. 2) que estaba con los pulmones vacíos de gritar, tras un trago, y sin la más remota idea de qué le pasaba a mi regulador - Digamos que mi yo "reptiliano" no consideró que fuera un buen momento para coger mi octopus, comprobar si también estaría afectado por el problema desconocido en ese momento, y arriesgarse a que lo estuviera. Hay un tercer factor que puede también que influya aunque tengo mis dudas: yo me formé como buceador cuando el octopus no era parte del equipo estándar, y buceé bastante sin él. La falta de aire se resolvía en calumet con el compañero o con escape libre, y tal vez eso lo tenga asimilado en el inconsciente a pesar de llevar años con octopus pero sin necesidad de usarlo.
- En tercer lugar, que es importante asimilar e interiorizar que aunque tengas tu boquilla bien mordida, puede que el regulador no esté en tu boca sino flotando 70 cm sobre tu cabeza - y tú con la boca bien abierta como un pez (pero sin agallas). Llevarse la mano a la boca y descubrir que no había regulador me hubiera llevado 1 segundo, literalmente, pero no lo hice hasta no tener asegurada la fuente alternativa de gas.
- En cuarto lugar, no son aprendizajes sino refuerzos en primera mano de lo que ya todos sabemos pero frecuentemente olvidamos. La importancia VITAL del compañero y de las configuraciones estándar en recreativo, lo rápido que sucede todo cuando falta aire y lo lento que puede funcionar el cerebro en esas circunstancias. De todo el grupo de 8 sólo se dio cuenta del incidente una persona además de los 2 implicados (ni el guía ni mi compañera, por cierto)
Como decía una de las leyes de los médicos residentes de la novela "The House of God" (Samuel Shem) - "En un paro cardíaco, lo primero es comprobar tu propio pulso" - no hay prácticamente ninguna situación en la que no ayude tomar unos pocos segundos para asegurarte de lo que pasa y mantener el control de la situación.
Pues lo de la boquilla escape libre lo he visto 3 veces.
La primera con un belga también. Se queda con la boquilla en la boca. Lo veo y la guia también, que le da su octopus, pero el tío que quería el suyo. Le pasamos el suyo y no iba. Es lo que tiene llevar dos primeras etapas y abrir solo una.
Otra vez otro que no llevaba brida y se le salió, pero se pasó a su octopus y se normalizo el solo sin problemas
Y a mi mujer, que se le rajo la goma y pego un buche, pero sin más consecuencias.
Antes ponía la brida negra para que no se viera, pero he aprendido que mejor blanca y si pasa algo raro será más fácil que me de cuenta.
Y sobre lo que comentaban de aprender a ir contra corriente, yo lo hice cuando te tienes que dejar llevar. Te puedes dar la vuelta, aprender a ponerte lo mas hidrodinámico posible hasta quedarte quieto sin esfuerzo. A aletear un poco en contra para hacerlo eficiente y cuando quieres te giras y listo.
Enviat des del meu yogurt amb un cordill Cat.8